sábado, 11 de mayo de 2013

Variedad castillo Tambo




Las variedades resistentes a plagas o enfermedades son, en la mayoría de los casos, las alternativas más económicas que tienen los productores de café  para consolidar una agricultura rentable, sostenible y amigable con el medio ambiente.

El Centro Nacional de Investigaciones de Café de la FNC, Cenicafé, está a cargo de esta tarea constante de descubrir los mejores cruces y genes para obtener una óptima variedad de la especie Arábica,  resistente a amenazas biológicas y que mantenga o mejore los estándares de alta calidad en la producción. También se busca mejorar otras características agronómicas, tales como el tamaño del grano o la productividad. 
En un cultivo semi perenne como el café, la durabilidad de la resistencia a una amenaza particular puede depender de muchos factores, como el tipo de organismos para los cuales se construye la resistencia, su ciclo de vida y agresividad, y la estrategia utilizada en la creación de nuevas variedades resistentes. Vale la pena recordar que la especie de café Arábica tiene 44 cromosomas, mientras que la especie diploide Coffea Canephora sólo tiene 22; en la primera, la variabilidad genética es reducida y también su capacidad para combatir las plagas y enfermedades.
Cuando la llegada de la roya (Hemileia vastatrix) amenazó los cultivos de café en las Américas, la necesidad de desarrollar nuevas variedades resistentes a esta enfermedad se convirtió en una prioridad en muchos países. En Colombia, Cenicafé ya había trabajado en ello desde muchos años atrás, antes de que esta enfermedad llegara a Colombia en septiembre de 1983. Todo comenzó en 1968 con el cruce de la variedad Caturra y el Híbrido de Timor, resistente a la roya, y con una selección de perfiles durante 5 generaciones para asegurar que la nueva variedad de porte bajo no sólo fuera resistente contra la roya, sino también que tuviera altos estándares de calidad y rendimiento. Lanzada por primera vez en 1982, la variedad conocida como variedad Colombia fue muy productiva, y a lo largo de las décadas se sometió a sucesivas mejoras. A diferencia de las variedades mono-línea como las conocidas como Catimor, la variedad Colombia es una variedad compuesta, es decir, el resultado de semillas de muchas progenies de generación F5,  estrategia adoptada por el Dr. Jaime Castillo, entonces jefe del programa de mejoramiento genético de Cenicafé.



1 comentario:

  1. El castillo tambo cual es su tasa para especia CI supera ha Borbón rrosao

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